domingo, 30 de marzo de 2008

Erasmus en la USC: Una verdad incómoda

El Erasmus fue, para mí, una de las mejores experiencias que he tenido la suerte de vivir. Esto es algo con lo que coincido con mucha gente que también se pudo ir de Erasmus. Al margen de las fiestas, el desfase, el vicio y la perversión por la que este programa universitario ha alcanzado tanta fama, lo cierto es que es algo que te llega muy adentro, que te forma como persona, y que te hace ver la vida desde una perspectiva completamente nueva y diferente, imposible de ver de otra forma. El Erasmus es una puerta hacia una nueva forma de vida, no sólo durante los meses que se pasan en el extranjero, sino por el resto de la vida de los que participan en el programa.

Desde que se creó, miles de europeos han tenido el privilegio de participar en él, de disfrutarlo, de ganar en experiencias, en amistades, pero sobretodo, en mejorar como personas, y por supuesto, como trabajadores. Porque todo el mundo sabe (o debería saber) que ese año que se pasa fuera va a suponer un salto importante del nivel del currículum, sobretodo desde el punto de vista de las empresas que luego se encargarán de dar trabajo a los recién licenciados. Para ellas es un plus importante, e incluso a veces algo indispensable. Todos los encargados de recursos humanos saben leer lo que hay detrás del Erasmus: Iniciativa, adaptabilidad a situaciones nuevas, respeto a los demás... Un montón de factores que no se pueden medir, que se pueden conseguir sin tener que ir de Erasmus necesariamente, pero que este programa asegura estos factores casi al 100% a los que participen en él. Todo eso aparte del conocimiento del idioma del país al que se va, claro.

Así pues, debido a que el Erasmus es una experiencia enriquecedora, no sólo a nivel personal sino también a nivel educativo y profesional, es lógico que las universidades de toda Europa se vuelquen en ampliar y mejorar la oferta Erasmus para que todos o la mayor parte de sus alumnos que quieran irse puedan hacerlo. Ese es uno de los principios fundamentales del programa desde que se creó: Permitir y facilitar la estancia de alumnos europeos en otros países de Europa.

Pero en la Universidad de Santiago de Compostela (entre otras universidades españolas según tengo entendido) han decidido cargarse ese principio fundamental, sin razón lógica o aparente. Hablo concretamente del caso de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Y es que, parece ser (pues en otras facultades de esta misma universidad esto no pasa), que irse de Erasmus no sólo depende de en qué universidad estás, sino también de lo que estudies.

En la Facultad de Empresas y Económicas han decidido de buenas a primeras poner una nota de corte para poder irse de Erasmus. Es decir, que sólo se podrán ir de Erasmus aquellos que superen una nota media de la carrera que ellos decidan. Esto va en contra de los principios de los que antes hablabamos, además de carecer absolutamente de ningún sentido. Me explico. Este nuevo invento, que se ha implantado el año pasado, ha supuesto que muchas (la mayor parte) de las plazas Erasmus que se ofertan en esta facultad han quedado vacantes, y ello a pesar de la gran demanda que siempre hay en la facultad.

Así que, mientras otros años se llenaban todas las plazas y se protestaba porque había gente que se quedaba sin Erasmus porque no había suficiente oferta, ahora sobran las plazas... Pero se queda todavía más gente sin Erasmus por el capricho de la administración. ¿Qué sentido tiene esto? Si, como decíamos antes, el Erasmus supone un enriquecimiento para el alumno, lógicamente esta medida va en contra del bien del alumnado. La universidad está impidiendo una mejora del currículum de sus alumnos, y lo hace conscientemente.

Y ante la falta de una explicación lógica y coherente por parte de los autores de esta absurdez, nosotros trataremos de buscar una razón, algo que nos ayude a entender el por qué de que decenas de alumnos no puedan cumplir el sueño que una vez cumplió Erasmo de Rotterdam, y que tras años de esfuerzo para conseguirlo, ahora se destruya ese espíritu.

La primera razón que se nos ocurre, es que quieran premiar a los que hayan sacado mejores notas, dándoles el privilegio a ellos para irse fuera. Esto tendría sentido en otro tipo de becas más minoritarias, pero no en este programa, que defiende precisamente la igualdad de todos los alumnos para irse. Es como si se negase (o se dificultase) a un alumno de peores notas poder aprender inglés o informática, dos herramientas imprescindibles hoy en día. No tiene sentido dificultar el acceso al programa.

Otra razón que puede barajarse es que, cuanta menos gente se vaya, más dinero les tocará a los que puedan irse... Esto es todavía más absurdo, y espero que sólo se me haya ocurrido a mí (aunque en efecto, es así). Es cierto que la beca que se estaba dando en los últimos años era irrisoria (apenas 100 euros mensuales en algunos casos), pero si hay un número de plazas asignadas, la solución está en que la administración aporte más recursos al programa, no que se impida de forma dictatorial el acceso a las plazas.

Un tercer motivo podría ser que la universidad esté tratando de mejorar su imagen en el extranjero, y que por ello sólo envíe alumnos medianamente buenos para tratar de reducir el fracaso de sus alumnos en tierras extranjeras... Otra medida que reitera en el incumplimiento de los principios del Erasmus. Además, son pocos los Erasmus que yo he conocido que hayan fracasado estrepitosamente en su salida, y aquellos que lo han hecho, no necesariamente era "malos" alumnos en su universidad de origen. Por otro lado, tengo entendido que cada universidad tiene derecho a enviar alumnos en función de los que recibe. Así pues, si están impidiendo que alumnos de aquí se vayan al extranjero, están privando a esos alumnos de un derecho que les pertenece por el mero hecho de formar parte de su universidad.

Ya para terminar, comentar el caso del programa Sicúe-Séneca. Dicho programa tiene por un lado la movilidad del alumnado (Sicúe), y por otro el dinero de la beca (Séneca). Para poder recibir dicho dinero es necesario tener una media superior a una nota de corte, pero la movilidad la conceden mientras queden plazas, aunque no se supere la nota de corte. Mientras queden plazas libres, nunca se impedirá a un alumno participar en el programa de movilidad. En el caso del Erasmus, también existe dicha diferenciación entre beca (Erasmus) y movilidad (Sócrates), aunque en la mayoría de los casos (y dado que la beca es muy pequeña) se dan las dos cosas juntas automáticamente... Si quieren premiar de alguna forma a los buenos alumnos (o "castigar" a los malos), ¿por qué no toman en el Erasmus la misma medida que en el Sócrates?

En fin, no creemos que desde aquí podamos cambiar mucho las cosas. Pero los autores de esta absurda medida deberían recordar que el programa Erasmus se creó con el objetivo de "mejorar la calidad y fortalecer la dimensión europea de la enseñanza superior fomentando la cooperación transnacional entre universidades, estimulando la movilidad en Europa y mejorando la transparencia y el pleno reconocimiento académico de los estudios y cualificaciones en toda la Unión". Esto es lo que se dijo cuando fue creado hace más de 20 años, y no que fuera un programa restrictivo, para aumentar la competencia entre el alumnado, generar discordancia, y ayudar a unos pocos, que es el mensaje que hay tras esa medida tomada en algunas universidades españolas.

El Erasmus es un elemento muy importante en nuestra generación. Somos la generación Erasmus, y no podemos permitir que unos cuantos listillos quieran impedir que algunos de nosotros formemos parte de esa generación.

martes, 11 de marzo de 2008

La Leyenda de la Noche Madrileña

Un estruendo rompe el silencio en la noche madrileña. Es un ruido sobrenatural, de ultratumba, jamás escuchado en la faz de este planeta (al menos no en la historia reciente). Los vecinos de los edificios cercanos, y no tan cercanos, miran asustados por sus ventanas, inocentemente protegidos por una cortina o una persiana, queriendo escudriñar sin éxito en la oscuridad...

El sonido se hizo más fuerte, hasta tal punto que las paredes temblaron. La gran parte de los curiosos que miraban por sus ventanas se apresuraron a cerrarlas a cal y canto, y a apagar la luz, tratando de ser invisibles ante la amenaza que se acercaba, inconscientes del peligro que se cernía sobre ellos...

El sonido se hizo ensordecedor. Eran risas, gritos, gemidos, llantos... Entonces, algo extraño sucedió. Un grito aterrador, y de repente, un saco de cemento apareció volando por los aires, saliendo de la nada... La fuerza con la que volaba era tal, que en pleno vuelo se rompió en mil pedazos, y una polvareda invadió la calle, haciendo todavía más difícil distinguir nada. Entonces, se hizo el silencio.

El polvo fue disipándose poco a poco. Y sólo entonces, por fin se pudo ver el origen de todo aquel alboroto. Diez sombras se alejaron del lugar de los hechos, con paso no necesariamente rápido, entre risas y gritos. Su destino no estaba claro, pero seguro que dejarían una senda de destrucción a su paso...
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Horas antes, los peligrosos protagonistas de esta historia se encontraban tranquilamente en casa de uno de ellos... Todo parecía normal, la típica reunión de amigos, y amigos de amigos, con conversaciones normales, risas normales, gente normal en definitiva. Pero entonces, una voz misteriosa y seductora entró en sus cabezas, cual canto de sirena en un navío vikingo, atrayendo su atención irremediablemente. La voz recitaba unas frases encandiladoras, que no podrían ser reproducidas aquí sin perder gran parte de su encanto...

Quizás fueron aquellas palabras provenientes de una dimensión desconocida las que provocaron el posterior desatamiento de los protagonistas... O quizás fueron "Las Nuevas Trancas", un tequila de procedencia tan dudosa como la originalidad de su nombre...

Pero el caso es que la destrucción no se detuvo ahí... En algún lugar de la capital, un local nocturno sufriría las consecuencias de este ciclón. La rapidez con la que actuaban era tal, que a pesar de estar abarrotado y contar con ciertas medidas de seguridad, nadie se percató de cómo ni cuándo los protagonistas se llevaron medio techo por delante, causando el pánico entre la multitud... De aquella masacre, sólo el hombre más pequeño del mundo pudo salvarse, haciendo gala de una increíble habilidad para pasar desapercibido...
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Una nueva noche caía en Madrid. Algunas voces comentaban nerviosas lo ocurrido la noche anterior. La gran mayoría mantenía el silencio, temerosos. Otros se limitaban a comentar lo ansiosos que estaban por ver el Chiki Chiki en la gala de Eurovisión... Pero todos temían que se repitiese la masacre.

En un bar de tapas céntrico de Madrid, diez jóvenes amigos tomban unas cervezas y algo de sidra para acompañar los numerosos pinchos que ofrecían. Poco a poco, una sombra volvía a caer sobre ellos... La locura les llevaba incluso a ser "agresivos" entre ellos, y pronto empezaron a lanzarse comida y bebida (o a cebarse los unos a los otros)...

La calma cayó en el grupo por un momento... Pronto llegaron a otro local. Alguien dijo tiempo después que, "si se pudiese representar a este variopinto grupo en un bar, sería este". Cuando llegaron se sintieron extraños. La gente que pululaba por allí podía igualar a los diez malvados protagonistas en cuanto al terror que provocaban al resto de los mortales. Era una especie de bar de los horrores... Pero para gente como los protagonistas, aquello era como estar en casa...

Allí, un pobre vendedor de flores fue víctima de los juegos de los protagonistas. Tras una tímida entrada ofreciendo flores al personal, el grupo lo cogió por banda, y lo atrajo en sus redes. Finalmente, no se sabía si el vendedor era víctima del grupo, o si por el contrario había pasado a formar parte de él. Pero lo cierto es que las flores que llevaba el hombre sí se podrían encontrar entre los daños causados...

Tras simpatizar con la gente de aquel curioso bar, y en pleno apogeo de la noche, decidieron volver al local de la noche anterior, cual catástrofe natural que siempre se ceba con los países más necesitados... Y una vez más, tentando a su suerte, o tal vez demostrando que la suerte no había tenido que ver, volvieron a causar destrozos, dejando el cableado del lugar al alcance de la mano, para disfrute de los más borrachos del lugar...
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Poco antes, sin una explicación lógica, el temible grupo fue invitado a casa de unos inconscientes, que atrajeron a los protagonistas bajo promesas de ver los pechos más grandes que jamás hubiese visto cualquier persona, animal o cosa...

Y nada más cruzar la puerta de la morada, con ellos entró la destrucción... Haciendo gala de una fuerza descomunal, uno de los protas arrancó el perchero de la pared, sin mayor esfuerzo, mientras otra agujereaba el parqué de la casa, sólo con caminar por una de las habitaciones... Era lo nunca visto... Pero las tetas no aparecieron por ningún lado...
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El fin de semana llegó a su fin, y el grupo, para alivio de los madrileños, se separó por fin... Atrás quedaron muchas anécdotas, muchas más de las que aquí se han contado. Diálogos extraños, hablando de tipos de tableros de madera, fimosis, animales vegetarianos, o de levantar coches entre dos (a pesar de su brutal fortaleza, no fueron capaces de levantar un Smart...), demostraciones de poderío, no sólo físico o mental, sino también de riqueza, cogiendo taxis hasta para ir a la vuelta de la esquina...
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Todo ello es lo que dice la leyenda, lo que se cuenta que sucedió el pasado fin de semana... Pero ¿cómo diferenciar la realidad del sueño? ¿Cómo creerse lo increíble, lo inimaginable o impensable? ¿Cómo no pensar que todo ello son habladurías, una farsa sin sentido?

Eso, amigos míos, sois vosotros los que tendréis que decidirlo, los que tendréis que averiguar qué parte es cierta y qué parte no lo es. Qué parte tiene sentido, y cual no... Pero tenedlo claro: La leyenda también asegura que pronto, no se sabe exactamente cuando, pero que en algún momento, la maldición de este grupo regresará, y caerá en algún otro lugar, causando otra ola de destrucción. Aseguraos de estar lejos cuando ocurra... O formad parte de ella...