sábado, 25 de agosto de 2007

¿Y si viviésemos en la Edad Media? - Capítulo 4º

El "homgue misteguioso"
Los tres amigos no salían de su asombro, al igual que el resto de los presentes en la posada. En aquella época de ignorancia en la que vivían, era extraño encontrar a alguien que supiese leer o escribir, a excepción de algunos afortunados pertenecientes al clero y alguno que otro de la nobleza. Así que ver a alguien que no fuese de esos grupos elitistas utilizando con tanta maestría la pluma y el papel era una escena de lo más extraña para los que la presenciaban.

- ¿Creéis que ha venido a contar historias? - Ricardo estaba excitado.
- A lo mejor sólo está de paso - comentó el padre Jacobo.
- ¿De paso? - respondió Ricardo incrédulo - Entonces está algo perdido. Por aquí no se va a ninguna parte. ¿De dónde vendrá?
- A ver - Paco perdía la paciencia - Eso se pregunta y punto.

Y dicho esto, Paco se levantó de su asiento y se acercó lentamente a la mesa del forastero, que seguía sumido en sus escrituras, rodeado del humo de su pipa. Los demás seguían los hechos con atención, conteniendo la respiración.

- Disculpe... - Espetó Paco, una vez estuvo situado al lado del misterioso hombre. Pero el humo de la pipa (que iba misteriosamente hacia Paco aunque éste se moviese) interrumpió su pregunta y le asfixió temporalmente. Cuando recuperó el aire, continuó - Mis amigos y yo estábamos preguntándonos porqué está usted en nuestro pueblo... ¿Va a dar una función? - Preguntó entre toses.

El hombre parecía no escucharle. Paco no sabía qué hacer, y miró hacia la mesa donde estaban los otros dos haciéndole gestos con las manos. El cura le indicaba que le tocase el hombro, mientras que Ricardo hacía gestos obscenos por detrás, provocandola risa de Paco, que casi no pudo evitar la carcajada. Recuperando la seriedad, Paco decidió hacerle caso a Jacobo.

- Disculpe - repitió, al mismo tiempo que apoyaba su mano en el hombro del recién llegado y volvía a toser. Casi al instante, el hombre pareció despertar de su concentración de un bote en su silla, soltando un pequeño grito que hizo saltar a su vez al resto de los allí presentes. Con el susto, todos los bártulos de aquel hombre se tambalearon sobre la mesa.
- ¡¿Qué quiegues?! - le soltó airado a Paco, cuando consiguió detener el tambaleo de su bote de tinta.
- ¿Es usted trovador? - preguntó Paco, mientras la tensión crecía en el ambiente.
- ¿"Tgovadog"? - Repitió el extraño, con un pequeño defecto en el habla.
- ¿Qué? Digo que si es trovador.
- Si, "tgobadog" - Paco se volvió a sus amigos arqueando las cejas y encogiéndose de hombros. Ricardo estaba encongido de la risa.
- ¿A qué ha venido hasta nuestro pueblo? - Paco volvía a intentarlo.
- Estoy buscando "actogues" - le contestó seriamente el hombre - Son "paga" mi "obga".
- ¿Actogues? - Paco estaba algo confuso - Desconozco esa palabra. ¿Es un tipo de árbol?
-¿Qué? ¡No! - Ahora el que estaba confuso era el forastero, que fruncía el ceño - Actogues de teatgo. ¡Quiego haseg una funsión teatgal!

Estas últimas palabras las pronunció solemnemente, hablando un poco más fuerte, y miró hacia el resto de la gente con una leve sonrisa, esperando una reacción. Pero los aldeanos sólo intercambiaron miradas de incomprensión, y el forastero recuperó la seriedad, ofuscado. Pero uno de los presentes había reaccionado de forma distinta, habiendo entendido lo que el forastero quería decir.

- ¡Ya sé lo que quiere decir! - todos se giraron hacia el padre Jacobo, que ahora estaba de pie, sonriente - ¡Está buscando actores para una obra de teatro!
- ¡Sí, teatgo, eso es! - el forastero sonreía ahora, aliviado.

Después de un breve silencio, en el que todos permencían mirando hacia el trovador sin parpadear como procesando la información que les había llegado, el nivel de mumullos se incrementó hasta ser casi ensordecedor. Pero de pronto, por encima del barullo provocado por la excitación que se vivía en la posada, sonidos de trompetas provenientes del exterior, que anunciaban la llegada de alguien importante, silenciaron de nuevo a todos los aldeanos, que comenzaron a mirarse con cara de preocupación... El señor de las tierras había llegado al pueblo...

N. de A. Recordad que tenéis hasta mañana Domingo 26 para votar en la encuesta del margen derecho, para decidir quién será el "noble malo", que hará su aparición en el próximo episodio...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es correcto hacer cada uno la guerra por su cuenta?¿Porque no hacer un espacio donde confluyan nuestras ideas,estilos...etc?

proyecto unificacion XA!!!

compra de dominio e espaço XA!!!

neodian + blogui_j + pailanadas + quienquiera = web buenisima...

PENSADLO