Muchos habréis escuchado rumores desde hace algunos días. Un ruido constante, cada vez más fuerte. Y con razón. Esos rumores no eran producto de vuestra imaginación. Y hoy, desvelaremos su fuente. El motor del mítico Renault 4 TL (tunned by Diego), vuelve a hacer vibrar las calles de Santiago. Y BloGui-J está aquí para contaros, con todo lujo de detalles, cómo es la nueva cara de nuestro querido "4 latas".
Todo empezaba cuando, el pasado mes de Septiembre de 2007, una serie de circunstancias (que relatábamos aquí) llevó al vehículo al taller, con muy mala pinta... Las consecuencias de aquel accidente las contábamos en esta entrada, en la que veíamos con tristeza el estado en el que había quedado el pequeño bólido rojo...
Pero poco después, un atisbo de esperanza aparecía en el horizonte. Parecía que finalmente, el "4 latas" saldría de su trágico destino. Y lo haría con mejor cara que nunca. A mediados de Febrero, BloGui-J (quién sino) contaba cómo estaban yendo las reparaciones, bastante avanzadas ya. Parecía que pronto podríamos disponer de un vehículo completamente renovado. Pero el tiempo pasó, y parecía que los arreglos se hacían de rogar.
Hasta hace algo más de una semana, cuando el mítico sonido de su motor volvió a mis oídos, unos ocho meses después de la última vez que había rodado con él... Y ya sin más preámbulos, aquí está el resultado de esa espera. Creo que ha merecido la pena...
Como se puede apreciar, los cambios son evidentes... Pero mejor lo vemos con más detalle.
Recordemos que el óxido había corroído gran parte de los bajos, hasta tal punto que en algunas zonas había agujeros a través de los cuales se veía el asfalto... Ahora, ya no más "coche de los Picapiedra", pues los bajos están completamente nuevos, y no hay ni rastro de óxido.
Para terminar con el exterior, destacar también que las llantas han sido pulidas y pintadas, y los neumáticos cambiados. Esto le da al vehículo una cara completamente distinta (las llantas son el espejo del alma del coche).
Quizás el único detalle exterior que gusta menos (además de los comentados detalles mínimos de los parachoques), son las manillas de las puertas, que han sido sustituidas por unas de plástico negro, en lugar de las metálicas cromadas que había antes, pues esas terminaron completamente destrozadas tras el accidente. Pero bueno, esto se puede cambiar más adelante.
Pasemos adentro. Sin duda, lo que más llama la atención nada más abrir la puerta del coche, es la nueva "tapicería" que le han puesto, obsequio del taller... La antigua tapicería estaba ya en las últimas, fruto de más de 23 años de uso, pero quizás se excedieron un poco al ponerle estas nuevas fundas...
Nuevo R4, ahora con Airbag lateral...
Bueno, a ver, tampoco son TAN feas. Quitándole el rollo de "Airbag", y el logotipo tribal (sísí, debajo pone "Racing", sólo le faltaba poner "jañán"), aún son chulas... Vale, todos os habéis fijado en el rollo de burbujas... Eso mejor no lo mencionamos...
Continuando con el interior, hay que indicar que las fotos fueron tomadas nada más salir del taller, y que de ahí salió bastante guarrete, así que veréis que no está tampoco reluciente. Sí más que antes, eso seguro, pero no tanto como podría estarlo.
Continuando con el interior, hay que indicar que las fotos fueron tomadas nada más salir del taller, y que de ahí salió bastante guarrete, así que veréis que no está tampoco reluciente. Sí más que antes, eso seguro, pero no tanto como podría estarlo.
Como ya dije antes, se puede apreciar que el suelo del coche ya no tiene agujeros, y nada de óxido. Además, también le aplicaron el antióxido por dentro. En la imágen el suelo está desnudo. Por encima lleva una capa de goma, más las alfombrillas de siempre.
En cuanto al maletero, si echáis un vistazo a como había quedado antes, veréis un contraste todavía mayor a como está ahora. También aquí se ha pintado la parte del suelo con el antioxidante (más vale de más que de menos), pues era una de las zonas más afectadas por el óxido.
En fin, como habréis apreciado (sobretodo comparando el antes y el después), el trabajo realizado ha sido de orfebrería (como diría el neng), y realmente estamos muy contentos con el resultado. Hay algunos detalles que habrá que ir mejorando, pero la verdad es que, si lo comparamos a cómo había quedado tras el accidente, o incluso a cómo estaba antes del mismo, la diferencia salta a la vista.
Ahora este coche es, como me gusta decir a mí, un verdadero "tuercecuellos", una pieza de colección. Es por ello que no será el coche que use a diario, pues ahora no sólo dispongo de otro, sino que este hay que conservarlo como paño en oro (y viceversa...). Así que, los que recuerden verlo por las calles santiaguesas, no lo verán tan frecuentemente como antes. Ya se sabe, lo bueno si poco, dos veces bueno... Pero eso sí, si lo véis por ahí, saludad...
4 comentarios:
Oye, pues ni tan mal, a quedado estupendamente, a ver cuando me llevas a dar una vuelta, por los viejos tiempos.
Por cierto, a mi siempre me gusto ir dentro.
Joer, una maravilla. Sólo por curiosidad, ¿cuánto te ha costado la broma? Lo cierto es que sólo por el valor sentimental ya merece la pena. otra cosa, cuál es el taller que te ha hecho este trabajo de orfebrería??? (Un ourensán)
buaaaaaaaaaaa que guapoooo!!!!!!
me alegro por ti guapete
Todos sabemos que hasta que le pongas la pegatina del toro, ese coche no será el Bloguimóvil.
¡¡Pegata ya!!
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