No sé en qué momento se me dio por querer uno. De todos es sabido es que, si algo me gusta en esta vida (aparte de los cacahuetes con miel) es la tecnología y los chismes innovadores (llamadas chorradas supinas por algunos), a partes iguales. Y supongo que un GPS reúne ambas cualidades.
No era algo de vital importancia para mí. Me manejo bien con los mapas, y tengo un sentido de la orientación medianamente bueno... Pero por otro lado, viajo bastante a menudo (digamos que por encima de la media), me gusta perderme, y también hay que tener en cuenta que no me supe los nombres de las principales calles de mi ciudad hasta bien entrada la veintena (de hecho, aún no estoy seguro de cuales son algunas)...
En fin, poco importan las razones. La cuestión es que, un buen día, y después de muchos viajes con la idea del GPS rondándome en la cabeza, dicha idea se fue haciendo cada vez más grande en mi cerebro, hasta que ya no veía otra cosa, ni me imaginaba mi futuro sin un GPS... Además, los GPSs han bajado de precio (respecto a los 600 euros mínimo que costaban hace unos años) y mi capital ha crecido... Y ¡qué narices! No tengo por qué justificar mi compra, leche.
Pero una vez requetedecidido a realizar la compra, en seguida aparece una gran incógnita en mi mente: ¿Y qué GPS me compro?
Sinceramente, en el momento en que me vinieron las ganas de pillarme el aparatito, no tenía más idea de los GPSs que lo que pude ver muy por encima en los de amigos y familiares. Sabía las funciones que debían tener (aparte de indicarte por donde ir, y esas cosas), sabía que era importante que fuesen fáciles de actulizar, y poco más...
Lo ideal habría sido que me hubiese sentado, hubiese respirado dos veces, hubiese meditado profundamente, y me hubiese enterado de lo que había en el mercado, de lo que me podía ofrecer un GPS de la hostia, uno de nivel medio y uno baratillo. Eso hubiese sido lo ideal para encontrar el complemento perfecto... Pero tengo una PSP, lo cual viene a significar que no necesitaba ni iba a seguir ninguno de esos pasos...
Y es que la PSP se caracteriza por ser uno de los aparatos vas versátiles que se pueden encontrar hoy por hoy en el mercado, siendo además de una marca tan fiable como Sony. La PSP funciona bien como reproductor de vídeo y música, tiene internet, y por supuesto puedes jugar a los juegos con los mejores gráficos para una portátil hasta la fecha. Es bonita por dentro y también por fuera.
Después de su salida al mercado, por todos es conocida la cantidad de aplicaciones nuevas que fueron saliendo y prometiendo. Que si radio, cámara, mando a distancia, consolador... En fin, que aquel aparato tan pequeño, era capaz de hacer casi cualquier cosa que te propusieses... Por supuesto, no tardaron en sacar el GPS, al que llamaron Go Explore, y que llegó a nuestro país a mediados de 2008.
Así que, en cuanto me surgió el gusanillo del GPS, en seguida pensé en la PSP, y en lo cuca que quedaría en el salpicadero de mi coche manteniendo una larga conversación conmigo en mis viajes, que comenzaría con un "gire a la derecha" y acabaría con un "ha llegado a su destino"... Podríamos tener una relación secreta hombre-máquina, que sólo nosotros conoceríamos, y cuando me avisase de un radar habría mensajes de amor ocultos en sus palabras...
No tardé en encontrar el pack perfecto en la tienda Game (única tienda especializada en videojuegos que merece la pena), consistente en: GPS Go Explore, UMD de instalación, soporte para la PSP, y cargador para el coche.
Fue ponerla en el soporte en el salpicadero, y de pronto mi coche era distinto, como si hubiese apretado el botón del TurboBoost... Que bonito, que increíble. El GPS ya ni lo quería, me valía sólo con el soporte...
Luego, después de un primer reconocimiento orgásmico, comenzaron los problemas. Problemas pequeños al principio, que apenas hacían sombra al poder de la PSP con GPS. Por ejemplo, el UMD tardó más de media hora en instalarse, y al hacerlo, de pronto, ya no podía jugar a los juegos que tenía en la Memory Stick. Los muy mamones me la metieron doblada y tendría que reconfigurar mi PSP... No pasa nada, problemas menores.
Pero por fin se terminó de instalar el tema, y pude conectar la pequeña antena blanca a mi bestia negra para ver qué tal funcionaba el GPS... Mira que hacía tiempo que no pillábamos una racha de buen tiempo así en Santiago (y pa que lo diga yo, más todavía). El cielo estaba azul como si lo hubieran pintado, ni una sóla nube, y yo me encontraba en la terraza de un sexto piso, con la antena apuntando hacia arriba sin absolutamente ningún obstáculo... Si el puto Go Explore pilló en algún momento 3 satélites, fue de pura casualidad, después de mucho tiempo a la intemperie, y durante sólo un momento. Y ya 4 (necesarios para que comience a funcionar), era casi misión imposible. Ni levantando el brazo para acercar la antena a los satélites funcionaba... Era verdaderamente preocupante.
Pero venga, es la PSP. Es mi pequeñita. Había que darle una segunda oportunidad... Quizás sólo funcionaba en el coche, o podía ser que tuviese que estar enchufada a la corriente, por eso de tener más potencia. Ambas cosas me parecían absolutamente inaceptables, pero bueno, quizás ocurría sólo al principio... La probaría al día siguiente al ir a trabajar. Otro día despejado como nunca, un trayecto de unos 15-20 minutos, con la PSP enchufada a la batería del coche, colocada en el salpicadero, antena apuntando al cielo... Cuando llegué al trabajo todavía no se había conectado... Una jodida desgracia...
Yo tengo una cualidad que muchas veces me juega malas pasadas, sobretodo en cuanto a compras de este tipo... Quiero buscarle el lado bueno a todo, y aunque haya algo negativo termino encontrándole el punto positivo dentro de lo negativo. De esa forma, siempre termino queriendo a todas mis compras por igual... Aunque en el fondo sepa que es una mierda, por haberlo "parido", lo quiero igual.
Nunca pensé que el GPS de la PSP, el Go Explore, me decepcionaría hasta tal punto que lo negativo me convenciese para devolverlo cuanto antes a la tienda donde lo había comprado... Ni soporte, ni cargador, ni PSP en el salpicadero, ni hostias en vinagre... No había por donde cogerlo, y había que asumirlo cuanto antes para volver a ser feliz...
No, no funcionó bien el Go Explore. Así que decidí que, en temas de GPS no había que escatimar en gastos. Prefería gastarme el doble de lo que me había gastado en el Go Explore, para comprarme un señor GPS, completo, avanzado, y que además funcionase bien... Era hora de dejarse de coñas.
Hacía tiempo que le había echado el ojo al GPS de Blusens... Podía haberme sentado, respirado dos veces, meditado profundamente, y enterarme de como está el mercado de los GPSs. Ahora sí... Pero, ¡pa qué, si ya lo tenía más que claro...! Así que allá que me fui, con mis 300 euros, a hacerme con los servicios del G01 de Blusens... Aunque esta experiencia la dejo para la próxima entrada...
PSP Go Explore - 125 euros
Incluye:
- Antena GPS.
- UMD instalación con mapas de España y Portugal.
- Soporte para el coche.
- Cable de alimentación para el coche.
Ventajas:
- Por sólo 125 euros, conviertes tu PSP en un GPS.
- Tu PSP, perfectamente colocada en el salpicadero, luce como nunca.
- Puedes cargar la consola mientras conduces.
Desventajas:
- Por 125 euros te puedes comprar un GPS de verdad.
- El GPS tarda en coger cobertura tanto tiempo, que quizás llegues antes a tu destino por el método de prueba-error.
- La pantalla de la PSP es enorme... Pero no es táctil, haciendo del manejo una completa mierda.
- Por mucho que luzca en el salpicadero, es un armatoste, y no tiene funciones que ahora lleva cualquier GPS, como conexión bluetooth con el móvil, o reconocimiento de voz... Eso sí, podrás ver pelis o incluso jugar al Pro mientras conduces. Toda una experiencia...