miércoles, 9 de agosto de 2006

Galicia in the flame...

Todos lo pensamos: ¡Quememos a los pirómanos! Esto no es una tragedia. Es un acto criminal. Galicia vive estos días un nuevo crimen contra su naturaleza. Si hace unos años fue el Prestige, ahora es el fuego. Fuego provocado por ciertos individuos que deberían haber vivido en la Edad Media para poder aplicarles el "ojo por ojo". Pero no. Todos sufriremos las consecuencias de esta masacre, mientras los culpables son "reintegrados" en la sociedad. Pero es que hay casos imposibles...




Pues al igual que nuestro Presi, que interrumpió sus vacaciones para venirse a Galicia en su "Eir Fors Uan", me veo en la obligación de escribir este artículo para que también quede constancia en BloGui-J de las desoladoras jornadas de incendios que estamos viviendo en nuestra comunidad. No encuentro las palabras para describir este desastre ecológico. Seguramente en la tele la mayoría habréis oído palabras como "impotencia", y es que eso es lo que uno siente, sobretodo al saber que, no la mayoría, sino todos los incendios están siendo provocados por algún que otro jilipollas. Porque los que provocan incendios no son otra cosa que unos jilipollas. Nada de desaprensivos ¿Que mierda de calificativo es ese? Desaprensivo es el que, en una excursión del colegio, le hace un calvo al del coche de atrás para echarse unas risas con sus colegas. Alguien que va al monte con un bidón de gasolina y le prende fuego es alguien que no merece vivir, es un asesino en serie que merece ser encerrado de por vida, y a poder ser, forzado a ver "El diario de Patricia" por los siglos de los siglos...

Y pensaréis "a este le ha entrado la vena ecologista...". Y yo os digo "puede ser...". Pero lo cierto es que he estado por la zona de Santiago y por la ría de Noia, y ambos sitios estaban anegados por el humo. Era tremenda la imagen del Pedroso en llamas y la tremenda humareda que cubría medio cielo. Los coches tenían que ir con las luces encendidas, caía ceniza del suelo... Todos esto era digno de la película "Volcano"...
Desde Portosín no se podía ver el otro lado de la ría. Había incendios por todos lados. Mirases a donde mirases podías ver algún foco. Aviones y helicópteros pasaban durante todo el día para buscar agua, realizando maniobras suicidas encima de la playa, mientras los bañistas disfrutaban del ahumado día. La imagen era dantesca. Era como si hubiesen mezclado "Salvad al soldado Ryan" con "Los vigilantes de la playa".


Maniobra de un helicóptero para coger agua en Moaña.

En Santiago (en donde me encuetro ahora, mientras escribo), la situación era y sigue siendo bastante crítica. Si antes de ayer el fuego invadía el Pedroso y llegaba hasta Vidán, hoy, por la ventana, puedo ver como arden los montes del otro lado de la ciudad...


Impresionante incendio en el Pedroso, al lado de Santiago.


Más incendios. Este en el Milladoiro, Ames, también cerca de Santiago.

Las consecuencias de toda esta porquería son muchas. Evidentemente, y lo primero que se notará, el paisaje se va a ver deteriorado. Miles de hectáreas de bosque se han reducido a cenizas. Todo lo que antes era verde, deja paso a un negro, que recuerda al otro desastre que vivimos hace poco... (que por cierto, ¿donde está el famoso "Nunca máis"?) Pero bueno, ya sabemos que eso no durará mucho. Se limpia todo, plantamos eucaliptos a tutiplen, y ¡ala! en unos añitos ya esta todo reforestado. El eucalipto es, desde hace ya bastantes años, un árbol típico en Galicia... Aunque no hay que olvidar que este árbol crece mucho porque chupa todo el agua. Esa que tanto nos sobra, de momento...
Otra consecuencia es la contaminación. No hay que olvidar que los incendios son la principal causa del cambio climático (ese que va a aniquilar a toda la población dentro de mil millones de años... Pero joder, preocupa), por encima de las fábricas y de los motores de combustión. No sé cuantos incendios habrá en todo el mundo, pero coches hay un cojón. Así que todos estos incendios que hay estos días por aquí seguramente no pasarán desapercibidos.
Además, respirar humo de un incendio no creo que sea muy saludable. Seguramente estos días el porcentaje de fumadores pasivos en Galicia ha pegado un estirón importante...
Luego, y para terminar, está la consecuencia que para mí es la más importante. Y es que lo cabrones causantes de todo esto, los que han hecho que me ponga de mala ostia cada vez que desde mi ventana vea todo calcinado, los que han provocado que tengamos que respirar todo ese humo, los que han hecho que nuestros hijos y nietos no puedan disfrutar de una Galicia verde. Esos grandísimos hijos puta (que no es lo mismo que hijos de puta) conseguirán su objetivo: Joder al personal, o sus malditas recalificaciones... Porque sí, pillarán a unos cuantos y los meterán unos días entre rejas. Pero la mayoría de los responsables quedarán impunes...


Pero en fin, de qué sirve ponerse de mala leche, si es igual. Es lo que tiene el aburrimiento... Pero lo cierto es que el mundo sigue girando. Seguirá saliendo el sol durante el día, y la luna durante la noche, a pesar de que, estos días, ambos se tiñen de rojo...

GUI-J

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joer macho me has dejado sin palabras, se me saltan hasta las lagrimas, cuanta razon tienes amigo Gui-j te merece un blogui-enlace desde el tuburio,jajajajja.
Por cierto vas flipar pero me llamaron ayer para hacer,¡¡¡¡UNAS PRACTICAS EN UNA EMPRESA!!!!!que putadon

Anónimo dijo...

Un articulo muy currado, los videos realmente espeluznantes, acabo de volver de villa y en todo el viaje a ambos lados de las vias, humo e incendios por todas partes, la playa cubierta por una capa de ceniza y el mar amarillento,luego más allá ves mi querida isla de Arosa devorada y salvada a duras penas por los vecinos y lo peor es llegar a casa, a Santiago y ver que todos los lugares que conocías y que quizás solo ahora aprecias han ardido y que no serán recuperados hasta dentro de mucho solo para volver a ser quemados, solo hay una expresión para describir esto, malditos hijos de puta.