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lunes, 23 de junio de 2008

Pues sí que parece que po-de-mos...

Corría el año 1984. Año glorioso en la historia de la humanidad (a pesar de las predicciones de la antiutopía de Orwell), en el que los videojuegos comenzaban a ser una realidad, y con ellos, nacía la generación de la tecnología, que ahora que nos hacemos mayores y somos más "maduros", empieza a tener algo de voz en esta sociedad. Nacía nuestra generación.

En el verano de ese mismo año, se jugaba la Eurocopa en Francia, y 20 años después de haber ganado el único título de la historia de la selección, España se metía de nuevo en una final, después de haber llegado con bastante suerte... Y eso que sólo participaban 8 equipos. En la primera ronda, dos grupos de 4. España tiene a Alemania, Portugal y Rumanía, grupo "fácil". En el último partido, ante Alemania, sólo nos valía la victoria, que se consiguió en el minuto 90, cuando Maceda marcaba el único tanto del encuentro... Con dos cojones.

De ahí, directamente a semifinales, contra Dinamarca. Empate a uno al final del partido, y ganamos en los penaltis 5-4. La suerte nos sonreía... Pero entonces llegó la final contra la anfitriona, Francia, y el gran portero español, Arconada, se daría a conocer entre las generaciones venideras por ese churro de gol que se le escapó de las manos cuando ya la tenía... Un gol que marcaba el principio de la maldición española, en todo lo que en aquella Eurocopa no fallamos: Penaltis, goles en los últimos minutos... En definitiva, desaparecía nuestra suerte.

Los españoles nos lamentamos entonces (yo me revolví en mi feto belga). Y eso que no sabíamos que los siguientes 24 años estaríamos deseando volver a vivir el gol de Arconada, si eso significaba que España volvería a jugar una semifinal... Y es que después de esa Eurocopa de Francia, a alguien se le ocurrió inventar los "fatídicos cuartos"...

Y la generación del 84, fue la primera de tantas que pasaría horas preguntandole a los mayores qué es eso de jugar una semifinal o una final. Y entonces, la generación se hizo mayor, maduró, y esa curiosidad por vernos jugar algo más allá de cuartos tuvo su máxima expresión en jugadores como Torres, Iniesta o Cazorla (todos ellos del 84). Y esa primera generación que no sabía lo que era pasar de cuartos, consiguió romper la maldición el pasado domingo, para alegría de todos nosotros, con la victoria en penaltis ante la actual campeona del mundo (de fútbol y antifútbol).

Todos sabemos como fue la historia: Los cuartos que nunca pasamos, ante la Italia a la que (practicamente) nunca le habíamos ganado, y en los penaltis que siempre fallamos. Todo salió como nadie se lo esperaba. Y parece que esa es la clave. No esperarlo. Porque ni se nos pasaba por la cabeza pereder contra contra Italia en el 94, ni contra Inglaterra en el 96, ni contra Corea en 2002,y así un largo etcétera. Un montón de momentos tristes, desesperantes, de "¡hijodeputa!", de injusticias y errores arbitrales (y más "¡hijodeputa!")...

Por eso ayer, todos los españoles nos temíamos lo peor. Antes, durante, y después del partido, cuando íbamos a los dichosos penaltis. Incluso después de que Casillas parase el primero, todos teníamos a nuestro subconsciente diciéndonos que aún la podíamos cagar. El pobre Güiza a punto estuvo de hacernos entrar en parada cardíaca, pero Casillas nos devolvió la fé inmediatamente después. Y finalmente, ganamos. Como en el mejor de los sueños.

Y entonces, uno se para a pensar en esos pequeños detalles que impliquen que España haya llegado a semis por primera vez en tanto tiempo. Primero, piensas en los de MediaMarkt, que tienen que devolver el 25% del valor de las teles que la gente ha comprado dentro de su oferta... Parece que ya no son tan listos... Luego te enteras que lo devuelven en un vale de compra en sus tiendas... Efectivamente, no son tontos...

Luego piensas en Jose Ángel de la Casa, comentarista de fútbol (y de la selección) desde tiempos inmemoriales, que tantos fracasos en cuartos ha tenido que narrar, y que, poco tiempo después de su retirada del comentarismo, ve como España por fin consigue pasar de cuartos... Se debe estar tirando de los pelos...

Pero hay una persona de la que me acuerdo especialmente, de la que se ha hablado mucho antes de la Eurocopa, y que parece que ahora nos hemos olvidado completamente de él... Un tío que pasó de ser indiscutible a ser cuestionado, y que ha supuesto el mayor dilema por el que ha pasado este país, futbolísitcamente hablando, antes de cada torneo de naciones...

Por supuesto, me refiero a Raúl... Hemos aguantado durante meses la presión mediática (o Marcática) para que Aragonés lo llevase a la Eurocopa. Han insistido de todas las formas posibles. Aragonés dijo que no, que no y que no, y así, terminó dejándolo fuera de la convocatoria, para desconsuelo de los "raulistas"... Y ahora que las cosas salen bien, parece que nadie quiere acordarse del que para algunos era indispensable... No es que me alegre, pero los hechos quieren decir todo lo contrario: Raúl está mejor en su casa...

Y como nadie se acuerda de él, aunque es el principal protagonista del éxito de la selección (gracias a Aragonés, que lo dejó fuera), Raúl se ha convertido sin duda, en el personaje de la semana en BloGui-J.

lunes, 15 de octubre de 2007

¡¡¿¿El mejor gol de la historia de la selección??!!

Es una broma, ¿no?

El pasado sábado 13 de octubre, la selección española de fútbol jugaba un partido trascendental ante Dinamarca para poder clasificarse en la próxima Eurocopa de 2008. España ganó 3 a 1, aunque a más de uno tuvieron que despertarnos al final del partido por lo soso que fue. Entre el juego y la MIERDA de comentaristas que tienen en TVE (que ya son muchos años, por el amor de Dios), pudieron con nosotros, en un partido aburrido como pocos...

Más tarde aquella noche, entré en la página web de Marca, a ver lo que contaban, y me encontré con algo sorprendente... Bueno, lo cierto es que los titulares de Marca nunca dejan indiferente a uno, pero hablar de que la selección había hecho un partidazo, cuando es una mentira como una casa y que hace dos días la estában poniendo a parir, aquello me parecía la releche.

Al día siguiente, es decir, ayer, seguían dándole bombo al asunto (se ve que no tienen nada más que contar), diciendo que el segundo gol, de Sergio Ramos, había sido una "obra maestra", una genialidad del trabajo en grupo de la selección.


Este es el susodicho gol de Ramos... Comentado en chino, que aunque no se entienda le ponen más emoción que los de TVE...

Enumeraban los jugadores que habían participado, el número de toques, los segundos de la jugada... Aquello ya me parecía de broma. Yo lo vi en directo y sí, fue un bonito gol, pero de ahí a ensalzarlo por todo lo alto me parecía increíble. La selección danesa era una espectadora más de la jugada, los defensas parecía que jugaban una pachanga y el portero parecía manco. Y así llegó el gol. No hay más que hablar. Como mucho, si se quiere, se puede añadir que la selección tuvo la potra más importante de su historia, pues Dinamarca fue muy superior en la segunda mitad, y falló un montón de ocasiones.

Pero hablar de lo buenos que somos no sólo no se ajusta a la realidad sino que es precisamente el motivo de que el próximo partido de clasificación ante Suecia lo vayamos a perder. Por jilipollas creídos.

Pero lo que me ha llevado a escribir hoy sobre este tema es que he vuelto a entrar en la página de Marca, y si, seguían hablando del dichoso gol, hasta tal punto, que han puesto una encuesta para decidir cuál era el mejor gol de la historia de la selección, en la cual, por supuesto, se incluye el de Sergio Ramos... Eeeeeehh, sssí, claro que sssí... Para mí un buen gol tiene que levantarte de tu asiento, como en su día lo hizo el tremendo gol a la desesperada de Alfonso frente a Yugoslavia, del cual se olvidan nuestros amigos de Marca. Y sinceramente, el gol de Ramos no provocó ni la más mínima reacción en mí... Joder, el de Riera sí que fue la releche. ¡Y en el mismo partido! ¿Por qué no hablan del gol de Riera?

Eso sí, no se olvidan del golazo de Torres frente a Ucrania en el último mundial (tras el jugadón de Puyol; que buenos parecíamos, coño), ni tampoco de la culminación de la mítica goleada a Malta, con el 12º gol, obra de (que no "del") Señor... Ahí sí que parecíamos la hostia...


¡¡Cullons, cullons...!!


Jose Ángel de la Casa pasa de comentar los goles como si no fuera con él la cosa, a dejarse la voz... No me extraña...

viernes, 8 de septiembre de 2006

La ilusión es lo último que se pierde...

...Pero es que ya no nos queda mucho más aparte de ilusión...

El pasado miércoles por la noche, nuestra selección de fútbol selló una nueva y bochornosa actuación frente a Irlanda del Norte, perdiendo por 3-2. Es algo lamentable, eso por supuesto. La verdad es que no se cuando se cansarán los periodistas, por ejemplo, en decir cosas como "esta es la buena". Ni cuando se cansarán los aficionados en ir a animar (entre los que me incluyo). Ni los jugadores en salir con ilusión (o al menos que eso parezca). Toda la historia de la selección española se resume en toda una serie de infortunios, de "jugamos como nunca y perdimos como siempre", y cosas por el estilo, que nos han llevado a ganar una triste Eurocopa en el año 1964 frente a la extinta Unión Soviética (qu pa un país al que le ganamos en una final, y ni existe...) y a no pasar de cuartos en el el 90 por ciento de las competiciones... Es algo ya propio de nuestra cultura, como la tortilla o las tapas...

Soy el primero en ponerme la camiseta de la selección cuando tenemos un partido importante y no separarme de ella en todo el día. La saco con orgullo, pensando en qué gran equipo tenemos. Si, grandísimo... Estuve en un estadio en París, donde habían colocado una pantalla gigante para ver el España-Francia... Ahí con mi camiseta y mi bandera, todo orgulloso, con nosecuantos mil franceses esperando a que la levante para recriminarmelo... Lo cierto es que ese partido en concreto fue mejor haberlo perdido, porque el linchamiento podía haber sido guapo...


Yo estuve aquí...¿No os dan ganas de gritar "¡Napoleón es maricón!"?

La selección española de fútbol es el hijo tonto al que las demás selecciones españolas miran con pena... En los últimos años, España ha sido o es campeona del mundo o de Europa o de las dos cosas en todas las disciplinas imaginables. No sé si alguna vez lo habéis pensado. El caso es que yo sí: Tenemos campeones en baloncesto, balonmano, tenis, fútbol sala, hockey sobre patines y sobre hierba, waterpolo, atletismo (en unas cuantas modalidades), ciclismo, natación, piragüismo, rallies, fórmula 1, natación sincronizada, motociclismo, golf... Incluso en las categorías inferiores del propio fútbol... Somos la repolla en todo esto y seguro que en muchas otras cosas que se me olvidan (animo al que quiera a seguir la lista...).
En cambio, el fútbol, nuestro deporte rey, es el único en el que no se consigue nada. Nada de nada. Y esto empieza a cabrearme (y seguro que no soy el único).

La verdad es que este es un tema que quería reflejar aquí, pero que no me trae demasiada inspiración... De todos modos, y sin quitar lo dicho, he de decir que no seré yo que pierda la ilusión por ver a la "furia roja" levantando la Copa del Mundo... Reiros, pero todos soñáis con ver eso antes de morir. Incluso a los que no les guste el fútbol. Pensad en la fiesta que se armaría. Podría ser brutal. España entera sería una gran berbena. El que no sueñe con eso, que tire el primer comentario...

Y hablando de celebraciones, me pareció una lástima la celebración del título mundial en baloncesto de hace unos días. Lo digo precisamente porque es un deporte que particularmente no me gusta. Es más, lo aborrezco. "Sí, señora, soy alto, pero NO JUEGO AL BALONCESTO". Lo cierto es que ahora esa frase ya no la tengo que ir diciendo a todo aquel al que se me presenta. Pero de pequeño era un coñazo, así que terminé por cogerle manía a este deporte.

Sin embargo, un título mundial de nuestra selección es para celebrarlo. La gente de Madrid se preguntará porqué digo lo de que la celebración fue una lástima. Y es que simplemente no la hubo. Ni un ápice de alegría en las calles santiaguesas. Diréis "coño, es que Santiago es un pueblo". Bien, lo que queráis, pero lo cierto es que si se ganase la Copa del Mundo de fútbol se celebraría hasta en la fuente de Villabajo (que desde lo del Fairy no celebran ni los cumpleaños).
Me saldréis entonces con lo de que el baloncesto no tiene tanta afición. Eso también puede ser cierto. Pero vamos, habrá proporcionalmente la misma afición que en cualquier otra ciudad. Incluso más, porque aquí tenemos a algunos buenos equipos que yo sepa. ¿Acaso a la gente del baloncesto no le gusta la fiesta?
Oye, que a lo mejor sí que hubo fiesta en Santiago y yo no me he entarao... Creo que no hace falta que responda a eso. Si se gana un campeonato mundial de un deporte como el baloncesto (que es bastante importante, o al menos eso se dice en los medios), tienen que enterarse de la celebración hasta los muertos, así que a mí no me vale una celebración con cinco amigos y cuatro matasuegras... Quiero algo como pasó en Madrid, que hasta se incendió una torre con la emoción del momento...
Creo que lo que me fastidió realmente es ver a mis amigos madritanos divertirse como cosacos y aquí escuchar el sonido de los grillos... Si se celebra hay que celebrarlo en todo el país, que así vienen luego los malos rollos...

En fin, que haber si jugamos más y celebramos menos en el fútbol, y lo contrario en otros deportes donde arrasamos y no celebramos...