miércoles, 27 de enero de 2010

Goyo... Yo... I love you so much...

No soy el primero en opinar que Goyo Jiménez es, sin dudarlo, el mejor monologuista español de los últimos tiempos. Todos los que han visto su monólogo sobre "Los Americanos" en Paramount Comedy o en YouTube (dividido en tres partes, 1, 2 y 3) lo han podido verificar (sino, ¿a qué esperáis?).

Su forma de hablar, rápida como el hombre de Micromachines, combinada con un léxico inagotable, y una improvisación tan ágil y fluida que es casi imposible saber cuándo la hace, dan a sus monólogos una frescura y una gracia sin igual. Los temas de sus monólogos pasan de lo cotidiano a lo surrealista en un segundo, y veces ocurre el curioso efecto de que uno se ríe antes de pillar la gracia... Es casi como si el chiste viajase en el tiempo...

Toda esta combinación de arte la adereza con algunas coletillas que sus admiradores conocemos bien, como son el "para los de la Logse...", cuando utiliza una palabreja demasiado culta; o el no menos conocido "mejor no lo digo, lo hago", que es lo que precede a una pequeña interpretación propia de lo que está contando, que personalmente considero la guinda de sus monólogos, pues muestra un abanico de personajes, gestos, voces e incluso sonidos, dignos del negro de los ruiditos de Loca Academia de Policía...

Por todo esto, cuando hace un par de semanas me dijeron que íbamos a ir a ver al mismísimo Goyo Jiménez en vivo y en directo, tuve que cambiarme los calzoncillos cuatro veces...

Y he de decir que, si os ha gustado por la tele, en directo os vais a enamorar. Sublime. Enorme. Un genio. No tengo palabras para describir las dos horazas de monólogo (con un pequeño intermedio), con las que nos deleitó en la Chocita del Loro, una pequeña pero muy bonita sala de teatro (un café-teatro, de estos que en lugar de butacas tienen mesas y sillas, como si fuera una cafetería; a lo Paramount, vamos) de la Gran Vía madrileña.

No quise spoilearme la actuación antes de ir, así que no miré nada en Internet, aunque por el título de la misma, Aiguantulivinamerica, pude sospechar que tendría algo que ver con el monólogo de los americanos que ya había visto choporrotocientas veces en Youtube. En efecto (no os voy a mentir), la actuación tenía muchos chistes incluidos en esa media horilla que podéis ver en internete. Pero claro, esto eran dos horas, y aunque algunos chistes eran calcados a la actuación de la Paramount, muchos otros los variaba (y mejoraba) sutilmente, y otros eran (claro está) inéditos para mí. En cualquier caso, tampoco me molestó ver en vivo y en directo la escena del Mike y el Joe, o como esa madre americana se levanta a las cuatro de la mañana para preparar (en su enorme cocina, que cabe todo mi puto piso en la mesa de la cocina de un americano) esa ingente cantidad de desayuno, ingente para los de la Logse, muchísimo...

Pero el verdadero orgasmo vendría después del descanso. Nosotros estábamos sentados en la primera fila, al lado del escenario. Es curioso pero, durante el descanso, hablamos de lo que nos estaba pareciendo la actuación, y también de lo que nos gustaría que añadiese al espectáculo. Uno de nosotros echó en falta más politiqueo. Yo dije que si Goyo viniese a hacernos alguna pregunta o comentario, como ya había hecho con otros sentados en otras mesas (los típicos vaciles del Stand-up comedy), sería totaaaal (sisi, como el anuncio...). Lo curioso es que, al rato de empezar, sacó el tema del AirForce One, de la reacción del presidente americano ante un ataque terrorista (basándose en la peli de Harrison Ford), y de cómo habría sido con políticos españoles (la imitación de Rajoy fue espectacular)... Es decir, metió algo de política en la actuación... Pura coincidencia, supongo...

Pero al rato, sucedió lo que a continuación transcribo:

- Goyo: (Hablando de los americanos) A la hora de conquistar, cómo no van a ser mejores que nosotros. Si tienen frases para todo, imaginaos la de frases que tienen para entrarle a las tías. Es acojonante...
(Dirigiéndose a nosotros) Perdón, ¿sois novios?
- Nosotros: Si
- G: ¿Si? ¿Qué te dijo cuando te entró?
- N: No me acuerdo.
- G: ¿No te acuerdas?... O sea, tuvo que ser una mierda tremenda...
...
- G (dirigiéndose a mí): Hay que tener una frase estupenda, tío... Te voy a dar una... Si hubieses sido americano hubieses dicho algo como: "Qué hace un sitio como este alrededor de una chica como tú"
(La gente aplaude)
- G: No, no, no aplaudáis, que el chico ya está bastante humillado. Aunque así aprende la lección, aprende a valorar a las mujeres... No, pero él no tiene la culpa. ¿Cómo te llamas, chaval?
- N: Gui...
- G (cortándome): No interesa, da igual... A ver, no, mira. Si no sabes no pasa nada. Te recomiendo, cuando tengas que homenajearla otra vez, si no sabes qué decirle, haz como los americanos... Aunque claro, estos (el público) no son americanos y no te ayudarán. Porque en América la gente es solidaria para el amor, ¿me entendéis? Si, me explico: Cuando no saben qué decir, cuando están agobiaos, hacen un sistema que cuentan con la ayuda de los demás. En América se ayudan mucho... A la hora de ligar si no saben qué decir la gente está atenta para ayudar. Por ejemplo dicen: "Preciosa... Yo... Ehm... Yo... (cantando) I love you so much, my sweet honey girl..." Y todos los que están alrededor en la calle se vuelven y dicen: (cantando otra vez) "He loves you so much, you sweet honey girl..." Y se saben la letra y los bailes: La niñera con el carrito, el policía con la porra... Pero esto es España. Aquí no somos solidarios con el folleteo... Aquí somos el perro del hortelano, "ni follo ni dejo follar"...
...

El resto de la actuación la seguí en estado de shock. Sólo podía pensar en que habíamos sido protagonistas del más que mítico "I love you so much" de Goyo Jiménez. No me lo podía creer...

El espectáculo, que siempre fue "in crescendo", a lo Ponteufórico Mix de Barney Stinson, finalizó por supuesto con la conclusión de que podemos ayudar a los americanos, porque ellos están perdiendo guerras porque no saben insultar, y nosotros sí, gracias al rico léxico de nuestros amigos los gitanos. Pero además añadió que, como admirador de la cultura americana, se despediría como los pastores de las iglesias anglosajonas, en la puerta, saludando a cada miembro de su "rebaño"... Y así hizo:

No se aprecia, pero estaba casi llorando de la emoción...

2 comentarios:

Neodian dijo...

No me lo puedo creer...has ido a ver a Goyo Jimenez, jajjajajajajajaja. Aun me estoy partiendo con lo del I love you so much.

Por cierto la foto es para guardarla el resto de tu vida.

Un saludo desde DC.

richar dijo...

JODER!!!!
Goyo,El Pulpo. Al final vas a tener el jodido delorean.