Y como habréis observado últimamente (desde verano del año pasado, más o menos...), mi periodicidad no es mi principal virtud. Suelo tener parones constantemente, lo cual para un blog significa pérdida de credibilidad, pues un blog no es más que un medio de comunicación, y si ese medio repite lo mismo constantemente, le termina pasando como a Localia, que no lo mira ni su madre (salvo cuando ponen PlayBoy TV, que no es el caso).
Allá por Agosto, se podía entender que los exámenes de Septiembre estaban ahí. Había que concentrarse... Aunque todos sabemos (y los que tenemos blog más todavía), que cuando toca estudiar, lo que no falta es imaginación... Personalmente, era hincar los codos y teletransportarme al momento a parajes tan curiosos como "las nubes", "la parra", o el maravilloso país de Babia... Pero no, en Babia no había nada interesante como para publicar en BloGui-J...
Además, como muchos estaréis al tanto, aquellos eran mis últimos exámenes... Vale, al final me quedó una para Diciembre, pero como dicen los del fútbol, estaba "virtualmente" licenciado. Así que después de los exámenes tendría tiempo de sobra para publicar entradas hasta la saciedad... Y sí, el tiempo me sobraba, efectivamente. Pero había algo que había desaparecido de repente...
Y es que, amigos míos, cuando uno deja de trabajar, de obligarse a hacer algo, el tiempo es un concepto mucho más denso... De pronto, no tenía nada que hacer. Vacaciones permanentes. "Que de puta madre", pensaréis muchos. Pero es entonces cuando yo digo, "qué equivocados estáis". Ya que, en cuanto dejé de tener obligaciones, mi horizonte temporal se fue a tomar por saco. No hay un cambio de ritmo en el calendario, no se hasta cuándo estaré así (sin hacer nada). Fue como si se me quitasen las ganas de hacer cualquier cosa. Concentrarse en hacer algo se ha vuelto muy complicado porque "bueno, tengo tiempo para hacerlo"...
Bueno, en realidad, como muchos sabréis, no estoy completamente ocioso, ya que desde antes de licenciarme estoy buscando trabajo... Y la cosa es mucho más complicada de lo que me podía imaginar. Recuerdo como antes escuchaba hablar del tema de buscar trabajo, y la gente me decía "es una de las etapas más difíciles de la vida". Y yo pensando, "pero a ver, ya no tienes que estudiar, sin exámenes, sólo esperar a que te llamen para trabajar... ¡Y encima te pagan! ¿Cómo va a ser eso tan duro?". Pues lo es. Buscar trabajo es una absoluta mierda.
Antes de nada, adelantar que estoy haciendo una lista de las empresas a las que me estoy presentando para trabajar y me han llamado para una entrevista. El día en el que por fin esté trabajando (que espero que llegue, y pronto), haré un breve repaso sobre si dichas empresas (las que me han "rechazado") han sido correctas en sus procedimientos, si han sido chapuceras, o si directamente fueron para cagarse en ellas... Las empresas que me han entrevistado hasta ahora han sido, por lo general, rápidas a la hora de llamar tras echar el currículum, medianamente eficaces a la hora de concertar la entrevista, y radicalmente lentas e ineficaces cuando necesitan decidir qué hacer con los individuos y contactar con los mismos... Como digo, cuando todo esto termine, tocará poner a cada uno en su sitio con un profundo y totalmente subjetivo análisis de todo esto (que para eso tengo un blog).
Pero volvamos a los de que buscar trabajo es una mierda. A continuación os expondré los puntos por los que yo he pasado, para que entendáis mi punto de vista:
1. Al terminar los estudios (en mi caso, cuando la peña estaba en pleno primer cuatrimestre), empiezas tanteando, sin forzar demasiado, eligiendo bien las empresas a las que te presentas.
2. Al cabo de dos o tres semanas de búsqueda sin demasiado éxito, te das cuenta de que el proceso va a ser más largo de lo que te pensabas. En mi caso, después de ese tiempo llegaban las vacaciones de Navidad... Esto por una parte estaba bien, ya que entonces no sería el único ocioso. Por otro lado, yo llevaba mis tres semanas de vacaciones, y estaba hasta la polla de estar ocioso. Era el momento de ponerse nervioso.
3. Pasan las Navidades (en las que apenas se puede buscar nada, pues las empresas, por mucho que digan, no la rascan) y ya la cosa se pone fea. Un mes sin encontrar trabajo, cansa... Trataré de explicarlo mejor con una metáfora. Es como si estas esperando a ver si pasa una estrella fugaz, y te pasas la puta noche sin ver nada (y sin hacer otra cosa, pues NECESITAS ver esa jodida estrella)... Y bueno, eso sin mencionar que vivo con mis padres, lo cual no ayuda lo más mínimo en lo que a inspiración se refiere. Si al principio seleccionaba cuidadosamente dónde echar currículums, ahora ya no me importa ni a qué se dedica, ni cuánto me pagan, ni dónde está, ni si el negocio es legal... En fin, echo donde haya.
4. Pero lo peor está por llegar. Y es que, poco después de Navidad, llegan los exámenes del primer cuatrimestre... Alguno pensará "pero mamonazo, que tu ya no tienes de eso, aprovecha"... Sí. ¿Que aproveche para qué? ¿Para cascármela a dos manos? Resulta que todos mis amigos, o bien estudian, o trabajan (fuera de mi ciudad). Y esto significa que, si bien antes me aburría mucho pero al menos salía los fines de semana, ahora sólo me aburro mucho. Es como si estuviese de exámenes pero sin tenerlos.
Entonces alguno me dirá "¿preferías tener exámenes?". Pues no, claro que no. Sólo digo que me abuuuuuuuuurrooooo... Y por eso os he escrito toda esta parrafada que no llega a ninguna parte, pero que espero que, además de haberos quitado tiempo de estudio/trabajo, os haya transmitido mis sentimientos en estos momentos. Mientras tanto, sigo buscando...
1 comentario:
Podias llamar a alguno de tus viejos amigos al que ya no llamas casi nunca, tiririritiitiririririri
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