Cuatro jóvenes, tres chicos y una chica, caminan por los Campos Elíseos, en dirección al Arco del Tiunfo, visiblemente ebrios... A esas horas, la inmensa avenida, habitualmente atestada de gente, se encuentra desierta. Nadie puede escuchar las risas y charlas a voz en grito de los cuatro protagonistas de esta historia. Ni tampoco los improperios que uno de ellos vocifera a los cuatro vientos, a lo largo y ancho de toda la avenida...
-¡Gabachos de mierdaaaa! - se confirma la sospecha. Son españoles... - ¡Vuelcafrutas!¡Mariconeees!
-¡Ay, pero para ya! Que va a venir la "gendarmerie" - decía la chica, medio en serio medio en broma.
-¡Mamones!¡Asquerosos!¡Comeranas! - pero no había nada que le convenciese para cesar sus insultos. Incluso daba la impresión que la mera insistencia del resto para que parase, le animaba todavía más... - ¡Hijos de putaaaaa! ¡Meteros la Torre Eiffel por el culooo!¡Cabroneeees!
Y a medida que se acercan al Arco, crecen los improperios...
-¡Puta mierda de Arco!¡Puta mierda de país!
-¡Escúpele, escúpele! - se divierte otro de los jóvenes, animándole. Y como si de un robot se tratase, el primero cumple su orden, escupiéndole al Arco del Triunfo... Aunque el salivazo no va mucho más allá de la acera de la gran rotonda...
Caminan ahora por otra de las avenidas que sale de la Plaza de Charles de Gaulle. El jóven escandaloso ha cambiado ahora los gritos por la violencia física... Todo ello implementado por los ánimos del segundo jóven, las broncas de la chica, y las risas del tercero, que sigue la acción de cerca.
Si el grupo se acerca a un andamio, el segundo jóven, el animador, advierte de su presencia al primero, el violento, y éste se sube a él arriesgando su nuca y las del resto, lo que provoca las risas del tercero, el risueño, y las broncas de la chica, la cortarollos... ¿Que hay un pequeño arbusto decorativo frente a una tienda de ropa?
-¡Mira que árbol tan bonito!-El animador advierte al violento...
-¡Ala, qué bonito!- ...Y éste recibe y procesa la señal transmitida, y se abraza al árbol cual oso de peluche, lo que provoca un gran placer al individuo, que pierde momentáneamente sus escasas facultades para mantenerse de pie, lo cual supone que, tanto él como el abusto, se precipiten al suelo, con la diferencia de que el individuo no está fijado al suelo, y el arbusto, desgraciadamente para él, si...
El animador advierte la presencia de un palo enorme con forma de estaca... La cortarollos trata de evitar lo evidente...
-¡No, estate quieto! ¡Que nos vas a hacer daño! - parece asustada... - ¡Damelo! ¡Para ya! ¡Ay, ayudadme que nos va a mataaaar!...
-¡Dejame el palo! - el violento se ha encariñado de él - ¡Que me lo dejes, puta vasca! - Vaya...
Un puño aparece derepente en escena, desgarrando el aire, en dirección a la cara del violento... E impacta en ella...
-¡Hijos de putaaaaaaaaaaaa! -¡La bestia se ha despertado! Una lluvia de puños surge de la nada. La chica, atemorizada, huye.
-¡Tranquilízate! - El risueño, descojonado, trata de enfrentarse a la bestia... Pero cualquier intento es inútil. No hay nada que hacer. El jóven ebrio violento está fuera de sí...
-¡Venga!¡A ver!¡Pégame!¡Venga! - El animador, además, le infunde una órden violenta de partida, lo que hace que las acciones del violento entren en una espiral de violencia, de la que es difícil salir... Todo parece dirigirse hacia la tragedia...
-¡Ey cuidado! ¡Una mierda de perro, no la piséis! - El animador había encontrado la solución involuntarimente. El violento no pudo evitar fijarse en aquel excremento perruno...
-¡Wiiiiiii! -...y corriendo hacia él, lo propulsa con una fuerte patada, extendiéndose la cagada por las calles de París... Aquello ha tranquilizado momentáneamente al violento, pero pronto volverá su furia. El animador y la cortarollos tenían sólo unos segundos para escapar. El tercer chico, el risueño, se quedaría reteniendo al violento...
-¡Tranquilízate! - Probablemente muera... Dos se escapan, uno muere... Son daños colaterales...
Pero en su huida, el animador y la cortarollos están más pendientes de ver si el violento les sigue que en ir por la dirección correcta... Así que se equivocan, y no dudan en dar la vuelta para retomar la dirección correcta...
-Nos hemos equivocado...
-¡Que os calléis, cabrones de mierda!¡Hijos de puta!- ...ante la atenta mirada del violento, que pierde su oportunidad para alcanzarles, a pesar de que sus presas pasan por delante de él...
Esta es una historia real con personajes reales. El parecido con la realidad es evidente porque como he dicho antes, esto es real... Cualquier duda que haya sobre este asunto puede ser planteada como comentario... Otra cosa es que sea respondida...
2 comentarios:
Pedazo mierda de historia...
Teniendo para contar la de los tres chavales y la chica que se vieron acechados por un asesino en serie que
invitaba a copas y comentaba historias personales de sus pelotillas del culo todo ello sin despojarse de su dignidad e intentando disimular su monumental cogorza.Estado que no le impidio amenazar a la gente con un taco de billar ni tampoco realizar un simposio sobre la violencia de género cuya reflexión final fue
"por algo lo harán".
Algun gilipoyas intento forzarle la
caja,se corto en el intento...y ademas le fue a por tabaco(se sentia en deuda con su nuevo amigo)
Muy cachondo Gui-J!! Me prgunto quienes eran los protas jejeje
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