Estáis invitados a dormir a casa de un amigo/a, después de salir se entiende. Os levantáis tempranito, a eso de las dos de la tarde, y como eres de costumbres fijas y él también, os proponéis desayunar. "Me tomaré un ColaCao" le dices, despreocupado. El otro deja de hacer lo que estaba haciendo, se queda inmóvil un rato, mirando al suelo. Tras un largo suspiro te dice en tono serio "No. En mi casa tomamos Nesquik...". Lo miras con una cara, entre incredulidad y asco. "Con lo buen tío que parecía", dices para tus adentros. "¿Cómo es posible? Parecía de buena familia ¿Que habré hecho mal?"
Sí amigos. Seguro que alguna vez habéis vivido una situación parecida a la que acabo de describir. Y es que, en este nuestro país lleno de diferencias culturales, lingüísticas y hasta raciales según algunos, tenemos muchas cosas en común, como pueden ser la siesta, la tortilla de patatas o los mecánicos que no saben de matemáticas pero sí de calendarios de PentHouse...
La eterna discusión. "Mamá, ¿que es mejor, Nesquik o ColaCao?", le preguntábamos hace años a la fuente de sabiduría. "Uy hijo, cuando seas mayor sabrás elegir lo mejor...". Ni las madres se atrevían a resolver dicho enigma, por miedo a represalias de su hijo desengañado cuando se hiciese mayor...
Como nos contaba el gran Morgan en El año de la Garrapata (gran peli postuniversitaria), el ColaCao es como los Beattles: Bueno pero un poquito empalagoso... El Nesquik es como los Rolling: Rápido, efectivo, directo, por vena... Bueno, según esta explicación podríamos pensar que mola más el Nesquik, lo cual está lejos de mis intenciones, ya que, amigos, no me da ningún reparo admitirlo... ¡Yo, soy de ColaCao!
Y sin negar las definiciones de Morgan, añadiría algo más: Lo bueno se hace esperar. El Nesquik es de aquí te pillo aquí te mato. Eso no se disfruta, no es placer. El ColaCao se hace de rogar... Tu estás ahí "venga, bonito, disuélvete ya", y el ColaCao se va disolviendo, poco a poco, meneándose lentamente, como diciendo "mmmmmira que bueno que estoy...", dejándo esa espumilla chocolateada, esos grumitos... Que si no tienes paciencia y te gustan, como a mí, te los comes a cucharadas... Esto es algo que a los de Nesquik les suele dar asco. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que si tu metes una cuchara mojada en el Nesquik y te lo comes, da puto asco, como si comieras arena... En cambio el ColaCao es suave, se deja moldear. El ColaCao puede beberse, o puede comerse. Puede diluirse, o puede tomar formas... Be ColaCao, Myfriend...
Otro detalle más. He de reconocer que las actuales mascotas de ColaCao son una puta bazofia que no hay por donde cogerlas. Pero bueno, tienen muchos colorines, y a los niños les hacen gracia. Además, no se sabe muy bien qué son. Por otro lado, el envase de ColaCao no ha cambiado en años. De hecho creo que siempre ha sido igual: Tapa roja, envase cilíndrico amarillo, muy patriótico (que en los tiempos en los que estamos, ya tienen huevos...), y en la etiqueta, los negritos... Ahí están ellos, en el África tropical, con un sol de justicia, cultivando mientras cantan la eterna canción... Que en el dibujo, aunque no se les ve la cara, parece que miran al que les retrata como diciendo "como lo pille le meto este fruto tropical por ese agujero que tiene más o menos del mismo color..."
La mascota de Nesquik. Un conejo. Ya sin entrar en el parecido que podríamos encontrarle a los cereales Nesquik con las pequeñas heces de conejo, el hecho de que sea un conejo es algo paradógico...
Es decir, el que inventó esto, ¿en que narices estaba pensando? Pues probablemente es un reprimido sexual, cuya vida matrimonial le parece una mierda. Cuando probó el Nesquik, lo primero que le vino a la cabeza fue su mujer, su conejo y, muy probablemente, viendo que el Nesquik es cacao en polvo, aquel conejo al que llamaron Quicky (Rapidillo), le recordaba también a la mierda de polvos que tenía con ella... Rápidos y sin cariño...
Que el pueblo opine al respecto...
Sí amigos. Seguro que alguna vez habéis vivido una situación parecida a la que acabo de describir. Y es que, en este nuestro país lleno de diferencias culturales, lingüísticas y hasta raciales según algunos, tenemos muchas cosas en común, como pueden ser la siesta, la tortilla de patatas o los mecánicos que no saben de matemáticas pero sí de calendarios de PentHouse...
La eterna discusión. "Mamá, ¿que es mejor, Nesquik o ColaCao?", le preguntábamos hace años a la fuente de sabiduría. "Uy hijo, cuando seas mayor sabrás elegir lo mejor...". Ni las madres se atrevían a resolver dicho enigma, por miedo a represalias de su hijo desengañado cuando se hiciese mayor...
Como nos contaba el gran Morgan en El año de la Garrapata (gran peli postuniversitaria), el ColaCao es como los Beattles: Bueno pero un poquito empalagoso... El Nesquik es como los Rolling: Rápido, efectivo, directo, por vena... Bueno, según esta explicación podríamos pensar que mola más el Nesquik, lo cual está lejos de mis intenciones, ya que, amigos, no me da ningún reparo admitirlo... ¡Yo, soy de ColaCao!
Y sin negar las definiciones de Morgan, añadiría algo más: Lo bueno se hace esperar. El Nesquik es de aquí te pillo aquí te mato. Eso no se disfruta, no es placer. El ColaCao se hace de rogar... Tu estás ahí "venga, bonito, disuélvete ya", y el ColaCao se va disolviendo, poco a poco, meneándose lentamente, como diciendo "mmmmmira que bueno que estoy...", dejándo esa espumilla chocolateada, esos grumitos... Que si no tienes paciencia y te gustan, como a mí, te los comes a cucharadas... Esto es algo que a los de Nesquik les suele dar asco. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que si tu metes una cuchara mojada en el Nesquik y te lo comes, da puto asco, como si comieras arena... En cambio el ColaCao es suave, se deja moldear. El ColaCao puede beberse, o puede comerse. Puede diluirse, o puede tomar formas... Be ColaCao, Myfriend...
Otro detalle más. He de reconocer que las actuales mascotas de ColaCao son una puta bazofia que no hay por donde cogerlas. Pero bueno, tienen muchos colorines, y a los niños les hacen gracia. Además, no se sabe muy bien qué son. Por otro lado, el envase de ColaCao no ha cambiado en años. De hecho creo que siempre ha sido igual: Tapa roja, envase cilíndrico amarillo, muy patriótico (que en los tiempos en los que estamos, ya tienen huevos...), y en la etiqueta, los negritos... Ahí están ellos, en el África tropical, con un sol de justicia, cultivando mientras cantan la eterna canción... Que en el dibujo, aunque no se les ve la cara, parece que miran al que les retrata como diciendo "como lo pille le meto este fruto tropical por ese agujero que tiene más o menos del mismo color..."
La mascota de Nesquik. Un conejo. Ya sin entrar en el parecido que podríamos encontrarle a los cereales Nesquik con las pequeñas heces de conejo, el hecho de que sea un conejo es algo paradógico...
Es decir, el que inventó esto, ¿en que narices estaba pensando? Pues probablemente es un reprimido sexual, cuya vida matrimonial le parece una mierda. Cuando probó el Nesquik, lo primero que le vino a la cabeza fue su mujer, su conejo y, muy probablemente, viendo que el Nesquik es cacao en polvo, aquel conejo al que llamaron Quicky (Rapidillo), le recordaba también a la mierda de polvos que tenía con ella... Rápidos y sin cariño...
Que el pueblo opine al respecto...